El Sueño Infantil en la Guía para Padres “Trastornos del comportamiento de niños y adolescentes”.

El 19 de noviembre del 2019 la Comunidad de Madrid ha comunicado en su página web que el Hospital Niño Jesús publica la primera guía práctica para padres sobre Trastornos del comportamiento de niños y adolescentes, en la que se explica cómo reconocer estos trastornos, qué son, qué hacer y cómo prevenirlos.

Lamentablemente desde el Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI) nos vemos obligados a manifestar nuestro profundo desacuerdo con las recomendaciones publicadas en el capítulo dedicado a los trastornos del sueño, ya que consideramos que en base a la evidencia científica más actual no son adecuadas para solucionar los problemas de sueño infantil de las familias, pudiendo producir efectos negativos a corto, medio y largo plazo que no compensan el haber alcanzado su único objetivo, esto es, la consolidación del sueño en solitario del menor.

En concreto, nos referimos a las siguientes normas ofrecidas a los padres:

  • No acunes ni mezas a tu bebé para ir a dormir.
  • No le duermas en brazos.
  • No interpretes el despertar de tu bebé como hambre, sed o miedo.
  • Si se despierta no le cojas ni le des de comer, se acostumbrará a ello.
  • Para muchos niños dormir es una pérdida de tiempo, se niegan o se inventan necesidades y te llama, no cedas, si lo haces le estás enseñando malos hábitos.
  • Si al llevarle a su cama llora desesperadamente cada noche, déjale en su cuna o cama y sal del cuarto.
  • No entres en la habitación, es teatro, espera al menos cinco minutos. Si al entrar se calla, no le cojas ni le hables, sal diciendo “ahora a dormir”.
  • Si se despierta cada noche y te reclama para que le duermas, déjale llorar 30 minutos. Después entra para comprobar que está bien, algunos vomitan del enfado. No le hables, no le cojas, sal de la habitación y dices “ahora a dormir”.
  • Así durante tres periodos de media hora. Antes del tercer día tu hijo no te reclamará, habrá aprendido a dormir sin tu ayuda.

En estas recomendaciones podemos observar que los autores convierten el sueño nocturno consolidado en solitario de los menores en un comportamiento obligatorio para solucionar lo que ellos consideran insomnio. En la actualidad una visión multidiciplinar del sueño infantil ha desenmascarado la naturalización del sueño en solitario de los bebés y niños, realizada por la pediatría occidental del sueño de los siglos XIX y XX. Los estudios desarrollados desde el campo de la biología evolutiva, la etnopediatría y la antropología nos han enseñado que la manera natural de dormir para el bebé y niño humano es en presencia de sus cuidadores principales, especialmente su madre. Esta realidad es especialmente importante para los bebés más pequeños, los cuales necesitan un acceso continuo al cuerpo de la misma durante las veinticuatro horas del día para poder satisfacer todas sus necesidades primales de alimentación y regulación fisiológica y emocional. Desafortunadamente, los autores de la guía no especifican en ningún momento a que rango de edad van dirigidas sus recomendaciones. Un dato que nos parece imprescindible en un manual de estas características, ya que es imposible aplicar las mismas normas a bebés, niños y adolescentes.

Es por esto que un sector cada vez más importante de la pediatría del sueño aboga por un abordaje diferente del Insomnio infantil por hábitos incorrectos, “patología” que hoy en día es considerada por la gran mayoría de expertos como un simple “desorden” producido por el conflicto entre las exigencias culturales (sueño en solitario) y la naturaleza infantil (colecho). La casi unanimidad existente entre los profesionales de la salud infantil hace cincuenta años, en cuanto a la necesidad de forzar el sueño en solitario incluso en los bebés pequeños dejándoles llorar a solas en su habitación, ya no existe. En la actualidad, ante las nuevas evidencias que ponen en duda la inocuidad de técnicas cognitivo-conductuales basados en dejar llorar para forzar este sueño en solitario —como crying out (extinción) o el llanto controlado (método Estivill) — y que además confirman los beneficiosos efectos del colecho tanto en bebés pequeños como en niños, la aceptación de éste como alternativa natural y saludable para el sueño familiar y el rechazo a los métodos basados en el llanto para forzar al menor a dormir solo comienzan a dominar los foros científicos.

Ante este escenario creemos que las recomendaciones de la guía arriba citada no reflejan las evidencias científicas más actuales, ya que parecen basarse en la vieja pediatría del sueño de principios del siglo XX, e ignoran la nueva perspectiva más multidisciplinar e integradora de la ciencia del sueño del presente. Esto provoca que en lugar de informar a los padres de todas las alternativas saludables a las que pueden recurrir para mejorar la dinámica del sueño familiar, se limitan a dar unas normas, basadas en determinantes culturales ya inexistentes en la actualidad, moral y éticamente muy cuestionables. Normas que no sólo no han demostrado su inocuidad en la salud física y emocional del menor, sino que pueden llegar a entrar en profundo conflicto con los valores de crianza de los padres, situación que produce mucho dolor e inestabilidad para todos los miembros de la familia.

Desde esta plataforma queremos exigir la inmediata revisión de esta guía, para que cualquier recomendación dirigida a los padres respecto al sueño de sus hijos esté basada en la evidencia científica más actual, informándoles sin coartar su libertad para escoger la estrategia más conveniente a la hora de solucionar los problemas de sueño familiar.

Y para finalizar queremos hacer otra llamada a nuestros lectores para apoyar y fomentar el desarrollo de la ciencia del sueño infantil participando en un proyecto de investigación llevado a cabo en la universidad del País Vasco, liderado por el doctor José Martín Amenabar, y que pretende evaluar los efectos de uno de los métodos más populares para forzar el sueño en solitario en nuestros niños: el llanto controlado, más conocido en nuestro país como método Estivill. Para que en el futuro los profesionales del sueño puedan tratar con éxito los desórdenes del sueño infantil es absolutamente imprescindible la realización de trabajos como este. Sin ciencia de calidad no avanzaremos nada. Los niños seguirán necesitando dormir con sus padres, los pediatras seguirán obligando a forzarles a dormir solos (a pesar de las faltas de evidencia científica) y los padres se encontrarán entre las espada de las normas dictadas por una pediatría del sueño arcaica y la pared de sus valores y sentimientos.

Aquí encontraréis los cuestionarios:

Cuestionario PARA PADRES, MADRES Y CUIDADORES QUE HAN APLICADO EL MÉTODO ESTIVILL

Cuestionario PARA HIJOS O MENORES A LOS QUE SE LES HA APLICADO EL MÉTODO ESTIVILL

¡Animaos a participar!

Además, todos los profesionales de la salud infantil y la educación estáis invitados a firmar un manifiesto preparado con la intención de ser enviado a las autoridades del Hospital Niño Jesús. Aquí lo tenéis:

Manifiesto en respuesta a la Guía para Padres «Trastornos del comportamiento de niños y adolescentes» del Hospital Niño Jesús de Madrid

María Berrozpe, PhD

Rafaela Lopez

Para estar al día de todas nuestros eventos y publicaciones

Suscríbete a nuestro boletín de noticias.

Mantenemos tu datos en privado y sólo los compartimos con aquellas terceras partes que hacen el servicio posible. Lee nuestra política de privacidad para más información.